Hay varios casos de desastres naturales que la ciencia no ha podido resolver, el terremoto de Alaska de 1964, uno de los más fuertes registrados a nivel mundial, fue uno de ellos.

El viernes 27 de marzo de 1964, Alaska fue sacudida por un violento terremoto de 8,4 grados de magnitud. Junto a este se desastre se produjeron una cadena de tsunamis por toda la costa oeste de Estados Unidos, con olas de hasta 64 metros de altura que llegaron hasta Hawái.

Gracias a los estudios de la época, fue posible identificar que el epicentro del sismo estuvo ubicado a 120 kilómetros de la ciudad de Anchorage; sin embargo, recién se ha podido identificar la causa del mismo.

El estudio publicado en al revista «Earth and Planetary Science Letters» reveló que en ese nefasto día se registró un corrimiento de tierras submarinas, a una profundidad de 250 a 350 metros. Este hecho provocó el violento tsunami en Alaska, y además, demostró que un deslizamiento a gran escala y a esa profundidad puede causar una cadena de tsunamis devastadores.

 

Fuente: Peru.com

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